Ha entregado todos sus documentos, y ya invertió en otros abogados para encargarse de su caso. A pesar de todo, nada está avanzando, pero igual siguen pasando los años.
Está sin tiempo, sin paciencia y – lo más importante – sin la ciudadanía italiana.
Por fin, está listo para gozar de los beneficios de una ciudadanía europea, pero no puede avanzar ni un paso más hasta el gobierno y sus abogados trabajen.
Y no está de acuerdo con el idea de dejar su ciudadanía itailiana al azar, en las manos de un sistema que le da nada más que vueltas.
Quiere sacar su ciudadanía italiana de una manera rápida, cómoda y eficiente desde su casa.